Hace tiempo que no tomamos café, inicialmente lo sustituimos por malta. A Iván siempre le ha encantado el café, pero a mi me solía descomponer la tripa. La malta me sentaba mucho mejor.
Posteriormente, nos pasamos a las infusiones: menta, poleo, hierba luisa…Os recomendamos las de la marca Yogi Tea, casi todas tienen una base común de canela, jengibre y especias, están realmente buenas y es un producto orgánico. En invierno y primavera tomamos la de equinácea para subir las defensas.
Siempre las habíamos hecho con agua hierviendo, hasta que nos contaron que había otra forma: calentando las hierbas al Sol. A parte de evitar que el agua pierda su oxigeno al hervir, toma la energía solar.
Cuando tenemos tiempo, nos gusta preparar estas infusiones, especialmente ahora en verano que hay más horas de Sol.
Solo necesitas un bote, llenarlo con agua y añadir las hierbas. Cuando vamos al campo cogemos diferentes plantas que conocemos y las secamos para tener siempre en casa. Se nota diferencia con respecto a las infusiones de bolsita, incluso siendo de una marca ecológica.
A parte, le da un toque especial añadir algún pedacito de fruta deshidratada en casa: piña, mandarina o mango, mmmm!!.
Pon el bote de cristal en un lugar soleado y déjalo reposar unas horas ( 4-5 podrían ser suficientes). Es una forma curiosa de tomar una infusión.
La infusión de la foto lleva sanguinaria y poleo, con mandarina y piña.
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