Hasta que me convertí en madre la palabra percentiles era ajena a mí. Pero una vez que tienes a tu churumbel en brazos…¡eso cambia para siempre!.
Percentil es una palabra que aparece en muchas conversaciones entre madres.”¿En qué percentil está tu hijo?”. “El pediatra me ha dicho que está en un percentil muy bajo…”. Para ver si un niño está sano, hay quien se fija más en los percentiles que en si el bebé está feliz, despierto y con interés por su entorno.
Hace un mes tuvimos a la pediatra de Antu como invitada en Nutrición Esencial. En aquella ocasión nos contó todo lo que necesitas saber sobre niños vegetarianos. Hoy Teresa Escudero vuelve para explicarnos con pelos y señales todo sobre los percentiles.
Una información imprescindible para cualquier familia, y más cuando se es padre por primera vez. Seguro que leer este artículo te ayudará a crear un criterio propio en las visitas pediátricas de tu hijo.
Si quieres contactar con Teresa, la encuentras en www.pediatriaconapego.com
Las curvas de peso y talla (los dichosos percentiles).
Como premisa inicial, quiero dejar claro que las curvas de peso y talla no son más que una manera más de evaluar la salud del niño, no podemos fijarnos exclusivamente en ella para decidir si el niño está bien o mal alimentado.
¿Qué son los percentiles?
Los percentiles son valores que dividen un conjunto de datos ESTADÍSTICOS, de forma que un porcentaje de los mismos quede por debajo de dicho valor. Así por ejemplo, si un niño tiene una talla en el percentil 90 quiere decir que su talla está por encima del 90% de las tallas del resto de los niños tal y cómo las recogen las ESTADÍSTICAS DE REFERENCIA.
Se suele decir que están las pequeñas mentiras, las grandes mentiras, y luego las estadísticas. Disponemos de las estadísticas de tallas y pesos de todos los niños en forma de tablas. Las tablas se suelen referir a datos escogidos de una población concreta. No es adecuado evaluar a los niños asiáticos con tablas realizadas en niños españoles, ni a niños españoles con tablas realizadas en niños norteamericanos, por ejemplo.
¿Cuáles son las mejores tablas de desarrollo?
Desde el 2005 la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elaborado unas tablas longitudinales válidas para niños hasta los 2 años. La característica principal de las tablas de la OMS es que están hechas con una muestra de niños sanos de todo el mundo y de todas las razas y que además son niños que han recibido lactancia materna.
Son, por lo tanto, unas tablas mucho mejores para cualquier tipo de población infantil. Reflejan mucho mejor el desarrollo de niños que toman leche materna. Estas tablas tienen además otra ventaja y es que al comparar un niño determinado con una muestra de niños sanos bien nutridos y no obesos no “normalizan” la obesidad de los niños que está aumentando de forma preocupante en el mundo occidental. Esto sí pasa con otras tablas de otros estudios.
En la Comunidad de Madrid las tablas que se utilizan en los centros de salud suelen ser las de la fundación Orbegozo, realizadas en niños españoles alimentados mayoritariamente con lactancia artificial. Es bien sabido que la lactancia artificial aumenta el riesgo de obesidad, y que las curvas de crecimiento de niños alimentados con lactancia artificial son algo diferentes que las curvas de los niños alimentados con lactancia materna.
¿Los percentiles son una herramienta para los profesionales o bien para los padres y para las madres?
En los últimos años hay una especie de “percentilitis”. Existe una gran preocupación por los percentiles de peso y de talla. A veces casi como una competición, “mi niño tiene un percentil más alto que el tuyo”… Como si estuviera más sano un niño del percentil 50 que uno del percentil 20.
Hay que recordar que los percentiles pueden ser útiles en manos de profesionales expertos, y en determinadas poblaciones, pero en manos de personas sin la adecuada formación, o incluso de profesionales que no sepan interpretarlos, pueden llegar a ser perjudiciales para la salud, fuente de preocupación, ansiedad o de decisiones erróneas sobre alimentación o al menos de decisiones no basadas en pruebas científicas, ni en las recomendaciones de la OMS.
Por desgracia tengo la experiencia de que existen profesionales de la salud que no interpretan correctamente las tablas, y por ejemplo madres y padres cuyos hijos estánen el percentil 10 o 20 han recibido la información errónea de que su hijo está “bajo de peso”. Como veremos más adelante, un determinado valor de percentil no indica nada por sí solo. De un niño en el percentil 3 lo único que podemos decir es que el 3% de los niños sanos de su misma edad, en la población en la que se realizaron las tablas, tienen un peso inferior a ese niño, el otro 97% de niños tienen un peso superior.
Un percentil no nos da el “porcentaje de salud” o de bienestar de un niño concreto. Es simplemente un dato estadístico.
¿Cuando una alteración de los percentiles es preocupante?:
Como decíamos en el epígrafe previo, el que un niño esté por encima o por debajo de un determinado valor no determina por sí mismo un diagnóstico de enfermedad. En principio hay que pensar que valores por encima del percentil 97 o por debajo del percentil 3 se apartan de la normalidad, al menos estadísticamente hablando.
Esto en sí no es ni malo ni bueno. Simplemente el profesional deberá valorar la progresión de ese valor y buscarle una explicación en la historia clínica.
La explicación de las variaciones de los percentiles pueden encontrarse en los antecedentes familiares (la mamá o el papá se criaron delgaditos), los antecedentes personales (un niño prematuro es frecuente que esté en percentiles bajos durante sus primeros años),también en las enfermedades que haya pasado el niño (si el niño ha tenido diarrea o cualquier enfermedad infecciosa en los días previos a pesarlo y medirlo, es frecuente que haya bajado de percentil de peso, manteniéndose e incluso aumentando el percentil de talla), o en su alimentación (al introducir la alimentación complementaria muchos niños se estancan unos meses en el peso).
También pueden ser causa de variaciones las diversas circunstancias sociofamiliares (es frecuente que cuando hay un evento estresante en la familia, se refleje en el apetito, y por lo tanto en el peso del niño. O niños que al iniciar la guardería hacen “huelga de hambre” hasta que la madre vuelve de trabajar…). Por lo tanto, es el profesional quien deberá valorar la situación con arreglo a todos los datos, no sólo los percentiles.
Como conclusión: Puntualizar que ningún niño sigue las curvas de peso sin “salirse”, porque ninguna curva es un niño real, sino el resultado de sumar los pesos de muchos niños y hacer la media.
Es normal que un niño sano “suba y baje” alrededor de su curva de percentil, y sobre todo es importante que se interpreten bien “los dichosos percentiles”.
Como hemos visto, tan sano (o tan enfermo, si vamos a eso) es un niño en el percentil 3, como en el percentil 97. Los niños del percentil 3 no están “bajitos de peso”, lo más frecuente es que sean niños sanos de la parte baja de la curva.
Sólo el profesional sanitario debería interpretar las variaciones del percentil, y ésta interpretación tiene que ir aparejada a la evaluación completa del niño. Una variación de percentil a la baja tiene muchas interpretaciones, y en nuestro medio la más improbable es que el niño esté desnutrido. Y como dice Carlos González, un niño de percentil 50 puede tener una meningitis, por lo tanto, evaluar a un niño exclusivamente por sus percentiles de talla y peso no tiene ningún sentido.
En general, en nuestro medio, los niños bajan de percentil cuando tienen infecciones agudas o crónicas, y eso es lo que hay que buscar en primera instancia. Es frecuente que los niños hagan una bajada de percentil en los primeros meses de guardería, por ejemplo. No nos tiene que asustar una variación de percentil aislada, que después se recupera.
También sería deseable que se utilizaran las tablas de percentiles adecuadas. En el momento actual, al menos en la Comunidad de Madrid, como hemos visto se utilizan tablas hechas con niños alimentados con lactancia artificial, que crecen y engordan de manera diferente a los niños alimentados con lactancia materna. Muchas variaciones de percentiles que se han visto en niños de pecho, no son tales, sino que tienen que ver con la diferencia que hay en el crecimiento entre los niños de pecho y los de biberón. Cuando se extrapola el peso y la talla a los percentiles adecuados se observa que realmente el niño sigue en la curva de peso y talla que llevaba previamente.
Toda esta información nos tiene que servir para tranquilizarnos como madres, pero nunca debe sustituir a la evaluación del médico o pediatra. (Otra cosa es que no estemos de acuerdo con la valoración que hace nuestro médico o pediatra… Siempre tenemos derecho a pedir una segunda opinión).
Como médico, desaconsejo firmemente a las madres el “pesaje” de niños en la farmacia. Porque los niños, sobre todo a partir de los 2 meses, no cogen peso cada semana, sino que, como dicen en mi pueblo, una semana la “echan” en crecer y otra en engordar, veamos, de media, lo que más o menos esperamos que gane de peso un niño de pecho:
Ganancia de peso esperable en un niño de pecho:
0-6 semanas: 120-240 g a la semana.
4-6 meses: 80-150 g a la semana (de media, como hemos dicho, habrá semanas que gane 160g y semanas que no gane nada).
6-12 meses: 40-80 g a la semana.
A partir de los 2 meses no es aconsejable pesar semanalmente, a menos que lo indique el pediatra por alguna razón específica.
El PAPPS, programa de actividades preventivas y de promoción de la salud, aconseja pesar exclusivamente en las revisiones pautadas. De hecho en la última revisión Cochrane que se hizo sobre para qué servía pesar y medir a los niños… no quedaba demostrado que realmente evaluar el peso o la talla sirviera para detectar enfermedades, al menos no en la población general.
Quiero dejaros la opinión de otros pediatras, para que tengáis la posibilidad de comparar:
http://deninosysalud.blogspot.com.es/2012/02/percentilitis.html
http://www.aeped.es/foros/dudas-sobre-lactancia-materna-padres/percentiles-medicos-y-padres-des
http://tu.tv/videos/curvas-de-crecimiento-carlos-gonzalez-
¡Espero que os sea útil!!
Autora: Teresa Escudero Ozores, Médico especialista en medicina familiar y comunitaria, doula. 2014.
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