Hacer pasta fresca casera era de esas cosas que siempre nos llamaba pero nunca nos habíamos lanzado. Lo máximo que hacemos en casa son ñoquis.
Creíamos que es necesario tener mil aparatos para hacerla, y evidentemente hay algunas pastas para las que si hace falta, pero resulta que otros tipos no. Esta que te mostramos hoy la hemos hecho usando tan solo un cuchillo.
Os enseñamos cómo hacer unos cavatelli integrales, que acompañamos con salsa de tomate, brócoli y tempeh de garbanzos. El plato fue un éxito, a toda la familia nos ha encantado.
La receta original se hacía con harina blanca de trigo, pero nos aventuramos a sustituirla por integral.
Te dejamos este recetón para que te animes a probar a hacer tu propia pasta fresca casera.
Tiempo de preparación:
Tiempo de cocción:
Total:
Raciones: 4 raciones
- Para la pasta:
- 100 gr de semolina.
- 150 gr de harina integral de trigo.
- 200 gr de agua.
- Para la salsa:
- 3 cucharadas de AOVE.
- 4 dientes de ajo.
- 100 gr de tempeh
- 300 gr de brócoli.
- 2 cucharadas de alcaparras.
- ½ cucharadita de miso.
- 400 ml de tomate triturado.
- Sal al gusto.
- Perejil fresco picado.
- Comienza por preparar la pasta porque necesitará tiempo de reposo.
- Mezcla la harina integral con la semolina y añade el agua poco a poco hasta que se vaya integrando. La masa debe quedar compacta pero manejable.
- Amasa unos minutos hasta que quede uniforme y comience a ganar elasticidad. Al ser una masa integral cuesta un poco más de trabajar porque el mismo salvado impide que se desarrolle bien el gluten. Por eso tendrás que insistir un poco más con la masa que si fuera de harina blanca.
- Cuando la masa esté lista, deja que repose bien tapada en la nevera al menos 30 minutos, con esto conseguirás que se vuelva más manejable y que el gluten se relaje.
- Ahora es el momento de ponerse con la salsa.
- Pela y pica los ajos. Rehógalos en una sartén con el aceite hasta que comiencen a coger color.
- En ese momento añade el tomate triturado y deja que se fría a fuego bajo durante 30 minutos, añade un poquito de sal.
- Mientras el tomate se fríe corta el brócoli en trocitos pequeños y cocínalos al vapor o en agua hirviendo durante 5 minutos, para que queden un poco al dente y no se deshagan en la salsa cuando los añadas.
- Corta el tempeh en trocitos pequeños y dóralos en una sartén con algo de aceite.
- Saca la masa de la nevera y forma rollitos de 1 cm de grosor.
- Te puede ser de ayuda tener un poco de harina en la mesa para ir pasando la masa por ella si ves que se pega a la mesa.
- Corta la masa en porciones de 1 cm de largo y con un cuchillo de punta redonda aplasta ligeramente estirando la masa. Verás como comienza a enrollarse sobre sí misma cerrando el rollito. Es una operación muy sencilla, sólo tendrás que ajustar la presión que ejerces al estirar la masa para que quede lo suficientemente fina pero no se pegue a la mesa.
- Cuando tengas los cavatelli listos prepara una cacerola grande con agua y un poquito de sal.
- Al momento de hervir, ve incorporando la pasta y deja que se cocine unos minutos, debe haber suficiente agua para que la pasta no se amontone y se pegue entre sí. La pasta fresca se cocina más rápido que la seca, así que ve probando hasta que esté a tu gusto, el tiempo dependerá del grosor. Con 3 o 4 minutos puede ser suficiente.
- Mientras se cocina la pasta, añade el miso, las alcaparras, el tempeh y el brócoli a la salsa de tomate y deja que se cocine hasta que estén los cavatelli listos.
- Cuando estén a tu gusto, saca la pasta, escúrrela ligeramente e incorpórala a la salsa.
- Mueve con cuidado y deja un minuto más.
- Añade perejil fresco picado o albahaca y sirve.
En cuanto a la semolina, tenemos que contarte un secreto. La última vez que hicimos pizza casera acabamos con ella y no nos acordamos a la hora de ponernos con esta receta. La semolina es harina de trigo duro pero con una molienda más gruesa. El trigo duro es una clase distinta del trigo que se usa para harina común, es el que suele usarse para pasta, cuscus…
Y como cus cus integral sí que teníamos, se nos ocurrió molerlo con el molinillo de café hasta conseguir una harina gruesa. El resultado ha sido igual que la semolina y la pasta ha quedado de escándalo. En la cocina hay que ser flexible y creativo a partes iguales.
Si como nosotros, no tienes semolina, puedes usar nuestro truco o bien usar sólo harina integral. De todas formas te aconsejo que vayas buscando este ingrediente porque la pasta queda más rústica y sabrosa, y las pizzas caseras… ascenderán de categoría seguro.
Nos encanta escucharte. ¡Los comentarios son bienvenidos!.
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