Rosquillas de calabaza con frosting chai
La idea de preparar bizcochos en porciones individuales es algo que nos encanta, y estas rosquillas de calabaza no son la excepción. Ya sean muffins, rosquillas o bizcochitos el que estén listos para comer parece que te invita a tomar uno.
Con un poco de calabaza que teníamos en la nevera y una mezcla de harinas sin gluten hemos preparado estas rosquillas (que no donuts) bastante rápido pero si lo que quieres es preparar la receta completa de rosquillas de calabaza con su frosting chai te advierto que deberás esperar un poco más.
Son unas rosquillas suaves de sabor y muy aromáticas. Y aunque no tengan gluten quedan muy tiernas y esponjosas.
Rosquillas de calabaza y frosting chai
Rosquillas de calabaza sin gluten
Para preparar estas rosquillas hemos usado harinas sin gluten. Una mezcla de harina de avena, que puedes encontrar certificada sin gluten, con harina de arroz y un poco de almidón. Esta combinación hará que tus rosquillas queden tiernas y hasta esponjosas.
Si no tienes problemas con el gluten y no tienes estas harinas, puedes preparar la receta con harina de trigo. Pero tendrás que tener en cuenta que la cantidad de líquido que necesitará la masa puede ser algo inferior por lo que no añadas la bebida vegetal hasta el último momento, cuando compruebes si la masa está blanda o aún está un poco seca.
Receta de rosquillas de calabaza chai
Tiempo de preparación:
Tiempo de cocción:
Total:
Raciones: 12 uds
- 90 gr de harina de avena sin gluten.
- 140 gr de harina de arroz.
- 1 cucharada de almidón de maíz, patata o tapioca.
- 90 gr de azúcar de coco, panela o tu endulzante seco preferido.
- 1 cucharada de polvo de hornear o impulsor químico.
- 300 gr de calabaza limpia de piel y semillas.
- 1 cucharadita de canela molida.
- 80 ml de aceite de oliva o de coco.
- 3 o 4 cucharadas de bebida vegetal.
- Para el fronsting chai:
- Una lata de leche de coco.
- 1 cucharada de xilitol, azúcar blanco o un endulzante seco y blanco.
- Una semilla de cardamomo verde.
- 1 clavo de olor.
- ½ cucharadita de canela molida.
- ¼ cucharadita de semillas de hinojo o de anís verde.
- Para preparar estas rosquillas chai comenzar por guardar en la nevera la lata de leche de coco al menos 24 horas antes.
- Cocinar la calabaza al vapor durante 15 minutos hasta que quede bien tierna. Dejar que se enfríe un poco y chafar con un tenedor hasta hacer un puré. No es necesario que quede totalmente fino.
- Colocar en un bol grande todos los ingredientes secos, las harinas, el endulzante, la canela, el polvo de hornear y el almidón. Mezclar hasta que queden bien integrados antes de añadir los ingredientes líquidos.
- Incorporar la calabaza cocida y chafada, el aceite de oliva o de coco y vuelve a mezclar hasta que sea una masa homogénea.
- Añadir la bebida vegetal si la masa está muy seca. Es posible que si la calabaza conservaba mucha humedad o la has cocido en agua hirviendo no necesites añadir la bebida vegetal.
- Cuando la masa esté fina y suave, colocar en un molde de rosquillas.
- Hornear a 180ºC durante 8-10 minutos o hasta notar que la masa está cuajada y al pinchar las rosquillas el palito sale seco y limpio.
- Mientras las rosquillas se enfrían, preparar el frosting.
- En un molinillo de café triturar el endulzante blanco seco que hayas elegido junto con la canela, el clavo, las semillas de anís o de hinojo y la mitad del interior de la semilla de cardamomo verde.
- Cuando sea muy fino, como azúcar glas está listo para incorporar a la crema.
- Sacar la lata de leche de coco de la nevera y colocar la parte grasa superior en un bol. Reservar para otra preparación la parte líquida del fondo.
- Comenzar a batir con una varilla para que quede una consistencia más fina e incorporar aire a la crema.
- Al cabo de 3 o 4 minutos, incorporar el azúcar glas aromatizado a la crema y continuar batiendo.
- Cuando la crema esté firme y haga picos decorar las rosquillas (deben estar totalmente frías).
- Guardar en la nevera para que la crema se mantenga firme y no se funda.
Decorar las rosquillas
En realidad no tiene mucho misterio decorar las rosquillas de calabaza con la crema de coco.
Puedes sumergir la mitad de la rosquilla directamente y que quede como quede, tendrán un aspecto más rústico que a mi me encanta y las prepararás en un momento.
Si quieres complicarte un poquito más, siempre puedes darles una forma más bonita con una espátula pero no creo que sea necesario.
La clave es que la crema debe estar fría y las rosquillas también. Si las rosquillas están templadas, la crema se fundirá.
Por otro lado, las rosquillas necesitan un tiempo para enfriarse y adquirir más consistencia. Al no tener gluten, no son tan elásticas y puede que al sujetarlas con los dedos se rompan si aún están templadas.
Frosting de coco para rosquillas de calabaza
Qué molde usar
Para poder preparar estas rosquillas de calabaza la clave es el molde, vas a necesitar uno para poder cocinar la masa con esta forma porque en realidad es una masa de bizcocho y necesita un molde que la retenga mientras se cuaja por ser muy blanda.
Nosotros usamos este molde de rosquillas que es metálico y mientras no lo rayes se mantiene perfectamente. También puedes encontrar moldes de este tipo pero en silicona que tienen la ventaja de que no se pegará nunca y no se rayan por lo que se mantienen en perfecto estado.
Otra receta que te puede encantar son estos bizcochitos sin azúcar, para los que usamos otro molde con forma alargada. Esta receta también puede funcionar perfectamente en formato rosquilla.
Rosquillas de calabaza
Mezcla chai
Las especias que hemos usado para aromatizar la crema decorativa de estas rosquillas son las que se suelen usar para preparar el té chai en India.
Es un té aromatizado con especias que se toma con leche. Sueles encontrar puestos callejeros donde preparan el té y se toma a cualquier hora. Como se sirve ya preparado y tiene leche no es vegano pero puedes prepararlo tu mism@ con bebida vegetal.
Nos encanta escucharte. ¡Los comentarios son bienvenidos!.
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