La receta que traemos hoy hacía muchísimo tiempo que no la hacíamos. Se trata de crackers crudiveganos. Durante el año que comimos 100% crudo este tipo de panes eran habituales en nuestra alimentación, quizás demasiado, y acabamos por saturarnos de ellos. Estuvimos tiempo sin comerlos, pero unos amigos no pueden comer gluten y se nos ocurrió prepararles unos crackers como alternativa al pan.
Nos quedamos unos poquitos para nosotros, y la verdad es que dosificados, con algún paté untado están buenísimos. Tras este redescubrimiento de este sano pan crudivegano, nos apetece compartirlo contigo.
Para prepararlos necesitas un deshidratador. Nosotros tenemos un Excalibur de 9 bandejas con temporizador y estamos encantados. Si estas pensando en comprarte uno, puedes mirar los que tienen en Conasi.
Se suele decir que puedes deshidratar en el horno, a la mínima temperatura que permita e incluso dejando la puertecita un poco abierta. Nosotros nunca lo hemos probado así, pero si quieres intentarlo no pierdes nada.
Vamos a ver paso a paso como preparar unos originales y ricos crackers de coco y calabacín.
Ingredientes:
– 1 calabacín.
– 1 Taza de trigo sarraceno germinado (o al menos remojado).
– 1 Taza de semillas de lino remojadas.
– 1/2 Taza de semillas de lino molidas.
– 1 Taza de coco rallado.
– Sal al gusto
Elaboración:
Lo primero que necesitamos hacer es germinar el trigo sarraceno durante uno o dos días. Para ello, lavamos el trigo sarraceno y lo aclaramos muy bien 2 o 3 veces y lo dejamos en remojo una hora. Como el trigo sarraceno no es muy duro, con este tiempo será suficiente. Después aclaramos de nuevo y lo escurrimos. Nosotros recomendamos para germinar semillas, usar un bote de cristal, con la boca ancha, en cuyo interior pondremos las semillas remojadas y cubriremos la boca con una gasa de algodón o una tela de mosquitera de plástico. Dos veces al dí remojaremos las semillas y las escurriremos muy bien para que no se pudran. Debemos mantener el bote inclinado unos 45 grados para que no se quede agua acumulada en su interior.
Al cabo de uno o dos días, las semillas estarán listas, pero si no puedes hacer todo este proceso, puedes usar el trigo sarraceno solamente remojado de 2 – 3 horas.
La noche anterior, o al menos 4 horas antes, pondremos las semillas de lino junto con el doble de volumen de agua para que se hidraten y salga el mucílago, esto hará de pegamento natural y quedarán más crujientes.
En un procesador de alimentos, trituramos el calabacín troceado y cuando está casi líquido, añadimos el trigo sarraceno y seguimos triturando hasta que quede una masa cremosa y uniforme. Añadimos la sal.
Sacamos la masa a un bol y añadimos el coco, las semillas de lino remojadas y las semillas molidas.
Amasamos muy bien con las manos para que todo quede bien integrado y dejamos reposar media hora más para que el coco y el lino molido absorban la humedad y quede más compacto.
Extendemos a masa en una lámina de teflex o silicona del deshidratador y lo ponemos 6 horas a 42ºC. Pasado ese tiempo, estarán bastante secos por encima, así que podremos darles la vuelta y quitarles la lámina. Los dejamos deshidratando otras 6 horas para que queden bien crujientes.
Para ayudar a cortarlos y que no se rompan, podemos precortar los crackers haciendo unas marcas con un cuchillo en la masa una vez extendida en el teflex, pero aún fresca.
Nos encanta escucharte. ¡Los comentarios son bienvenidos!.
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