Sin estas 5 herramientas de cocina no podría vivir
Juego de cuchillos
Aunque parezca algo evidente, un buen juego de cuchillos es básico en cualquier cocina. Personalmente odio ese momento en el que alquilas un apartamento de vacaciones y cuando vas a preparar la comida el primer día, sólo encuentras cuchillos de mesa o si por casualidad hay uno grande corta menos que el tenedor. Siempre pienso, ¿por qué no me habré traído al menos uno de los míos?
Y es que no es necesario tener media docena de cuchillos de todos los tipos, ni los más caros, ni los más profesionales.
Lo que sí es bueno tener en cuenta es que nos sintamos cómod@s con él en la mano. Que no sea demasiado grande o pesado si nuestra mano es pequeña, que esté equilibrado y podamos manejarlo con facilidad… que nos quede como un guante al cogerlo. Mirar el diseño o tamaño del mango o empuñadura es clave porque tendremos que ejercer presión sobre él y si es incómodo lo pasaremos mal.
Cuida tus cuchillos
Mantenerlos en buen estado es el otro punto que deberemos tener en cuenta. De nada sirve encontrar “tu cuchillo perfecto” si luego no lo mantienes afilado, la hoja está mellada o los dejas en cualquier sitio.
Un cuchillo, para ser una de esas herramientas de cocina básicas debe estar en buena forma. Si la el filo de la hoja no está afilado o tiene roturas o está mellada, lo que sucederá es que deberemos hacer más presión de la necesario, el movimiento del cuchillo no será natural y es posible que la hoja resbale sobre los alimentos y acabe en uno de nuestros dedos…
Por lo que tener una piedra de afilar, una chaira o llevarlos de vez en cuando a la ferretería a afilar es lo mejor que podemos hacer. Es más fácil tener un descuido y cortarnos cuando están en mal estado.
Si quieres una recomendación, con un cuchillo grande de cocinero (el tamaño dependerá de cada un@) y uno pequeño o puntilla para cocinar es suficiente. Así tendrás para elegir y hacer el trabajo cómodamente. Con el grande podrás picar, filetear o rebanar y con el pequeño pelar, retirar semillas o picar alimentos muy pequeños.
Batidora
Una batidora potente os otra de mis herramientas básicas. Sin ella no podríamos vivir o cocinar con comodidad.
La clave de una buena batidora es la potencia. Durante muchos años usamos batidoras convencionales poco potentes, y aunque el resultado si tenías paciencia e insistías podía llegar a ser bastante aceptable, cuando llegó a nuestra cocina la Vitamix todo cambió. La consistencia de los batidos, porque los tomamos a diario, se volvió de golpe muchísimo más cremosa y suave en menos de un minuto. Hacemos cremas, purés, patés e incluso helados con fruta congelada y la textura es muy muy fina.
Si en tu caso no la utilizas tanto, nosotros la usamos al día como mínimo 3 o 4 veces, puede que no necesites algo tan potente pero ten en cuenta que deberás trabajar un poco más y ayudar a tu batidora para que su motor no sufra, por ejemplo si haces cremas con frutos secos, trituras alimentos crudos duros como zanahoria o remolachas o simplemente si quieres alcanzar un paté con una consistencia muy fina.
Procesador/picadora
Esta es la pregunta del millón: ¿qué procesador de cocina utilizáis?
Nos la hacen prácticamente a diario, y es que si una batidora buena ya es un básico en la cocina, un procesador que de buen resultado, que nos pueda hacer la crema de cacahuete casera o que su motor no se caliente como una estufa al usarlo un ratito sí que es una de mis herramientas de cocina favoritas.
Al igual que con la batidora, la clave es la potencia. El nuestro tiene 1000W pero lamentablemente ya no se fabrica justo ese modelo.
Los aparatos de cocina potentes no suelen ser baratos pero a la larga son una buena inversión. Nuestro procesador llegó a nuestra vida hace casi 10 años y sigue como el primer día. Y te aseguro que lo usamos muy muy a menudo. Llevamos años sin comprar crema de cacahuete u otros frutos secos y semillas. Los colocamos dentro y con un poco de paciencia, el resultado es muy fino, la crema de cacahuete es completamente líquida.
Olla lenta
Seguro que has oído hablar de ella, la slow cooker es una herramienta muy habitual en las cocinas en muchos países y poco a poco se está volviendo cada vez más popular.
El motivo principal de su éxito es que cocina a temperatura más baja que una cocción tradicional en cacerola, verás que los líquidos no hierven prácticamente o sólo se produce un ligero burbujeo. Esto se traduce en una cocción más suave y tranquila por lo que algunos alimentos como las legumbres se despellejan menos y quedan muy muy suaves.
Por supuesto que los tiempos de cocción van a ser bastante más elevados, entre el doble y el triple, por norma general, aunque depende del modelo, el tamaño, el modo de cocción…
Para nosotros hay dos motivos prácticos que van mas allá del resultado de la comida en olla lenta y por lo que se ha convertido en una de estas herramientas de cocina básicas.
El primero es que las preparaciones no necesitan atención. Esto se debe a que como la temperatura es inferior, es muy difícil que la comida se pegue o se queme, por lo que puedes dejarla cocinando y no estar pendiente.
El segundo es que puedes programarla. Aunque la nuestra es manual y no tiene esa posibilidad, tenemos un programador que conectamos en el enchufe, esto nos da la posibilidad de programar el comienzo y el fin de la cocción. Es perfecto si quieres programar una cocción larga para que empiece a cocinar sola a las 4 de la mañana sin tener que levantarte o para que la comida esté lista y caliente, por ejemplo unas lentejas, justo cuando llegues del trabajo a casa.
Cómo cocinar con olla lenta
Aprender a cocinar con olla lente necesita un proceso, porque los tiempos son bastante diferentes y la cocción también. Nosotros hacemos, desde bizcochos, patatas o verduras asadas, guisos que no falten, lentejas, alubias, sopas, pisto, salsa de tomate… la usamos muchísimo.
Todos los trucos y consejos que hemos aprendido con el tiempo, los tienes aquí recopilados para que en poco tiempo cocines con tu olla lenta como un profesional.
Vaporera
Me ha costado mucho elegir sólo cinco herramientas básicas de cocina porque a diario utilizo siempre el extractor lento de zumos, a menudo uso la mandolina, la olla a presión… pero ya hablaremos sobre ellos en otro post.
Por ser un elemento muy sencillo, práctico y útil he decidido incluir la vaporera. Me sorprende que haya gente que no la utilice porque en nuestra cocina diaria incluimos muchos alimentos al vapor.
Es una manera sencilla, sana y rápida de cocinar las verduras. Espárragos, brócoli, patatas, zanahorias, coliflor… se cocinan perfectamente en unos minutos, no absorben tanta humedad como cuando se cocinan por inmersión en líquido y mantiene más vitaminas y minerales porque no se disuelven y pierden en el agua de cocción.
Personalmente no sólo tenemos una sino dos vaporeras. La que solemos usar es la tradicional vaporera de bambú con varios niveles. Es muy cómoda porque te permite cocinar más cantidad de alimentos e incluso repartirlos en distintas capas para cocinar dos comidas diferentes o con tiempos de cocinado distintos.
La otra que utilizamos cuando es poca cosa es una de acero inoxidable con forma de flor en la que los pétalos se pliegan hacia el centro. Es muy práctica porque se adapta a cualquier recipiente y te permite cocinar pequeñas cantidades en un cazo o bastante más en una cacerola amplia.
Y aunque no te lo creas, también usamos la vaporera para preparar muchas otras recetas como estos nuggets veganos.
Si necesitas saber cuáles son las herramientas básicas que utilizamos nosotros y conocer alguna más, puedes visitar nuestra página de herramientas de cocina.
Nos encanta escucharte. ¡Los comentarios son bienvenidos!.
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