Creo que desde siempre me ha gustado el calabacín relleno. No se si es por la bechamel, el calabacín, el relleno o tal vez sea el conjunto, pero el caso es que adoro este plato.
Es una receta que hemos versionado muchas veces, hemos cambiado el relleno por quinoa, legumbres o cualquier cereal pero esta es mi preferida, casi podría decir que es la original.
Personalmente considero que es la mejor receta porque la consistencia con el texturizado de guisante es perfecta, suave de sabor, muy nutritivo y rico en proteínas.
La clave está en las verduras
No te voy a engañar, no es un plato para una prisa, aunque se puede hacer alguno más y congelar, así estará listo para hornear.
Lo que más tiempo necesita de esta receta es la preparación del sofrito, y es que para hacer un buen sofrito el único ingrediente que no se necesita es la prisa.
Picar las verduras pequeñas hará que se cocinen en menos tiempo pero deberás respetar el tiempo de cocción que necesiten. Hay pocas cosas que me gusten menos en la mesa que un plato con un sofrito en el que la cebolla cruje y no se ha cocinado adecuadamente…
Comienza por las verduras que necesiten más tiempo y ve añadiendo conforme su tiempo de cocción sea menor. En esta receta es importante que no añadas el calabacín hasta que la cebolla, el apio y la zanahoria estén bien tiernos. De lo contrario el agua que soltará el calabacín puede hacer que las verduras se cuezan en lugar de freírse.
Una buena bechamel lo arregla todo
¿Conoces a alguien a quien no le guste la bechamel? Yo no.
Es una combinación de sabor y cremosidad que encaja con cualquier cosa. Una coliflor hervida… pues la bechamel le da ese puntito de gracia, una pasta con sofrito… pues la bechamel suaviza y aporta un toque cremoso… gratinar un plato con bechamel y llevarlo a la mesa recién sacado del horno es algo sublime.
Pero hacer una buena bechamel tiene su puntito y sus truquitos.
Primero es imprescindible rehogar un poquito la harina, mejorará muchísimo el sabor ya que sino sabrá a harina cruda.
La grasa también es importante, lo más tradicional es hacer la bechamel con mantequilla. En nuestro caso, como ya sabrás, no la utilizamos. Si estás como nosotros, podrás usar margarina vegetal, aceite de girasol, de oliva o de coco.
Si te gusta el coco y aún no la has probado con este aceite, te animo porque queda suave, muy clarita y más aromática.
Añadir la leche caliente o al menos que no esté fría, hará que tarde menos en hervir y ayuda a que no se formen grumos. Para eso también te puedo aconsejar una buena muñeca y no dejara de batir con la varilla mientras se está cocinando la bechamel.
Y por último, el toque de la nuez moscada, si puedes usarla entera y rallar un poquito en el momento de cocinar es muchísimo mejor. El sabor es más intenso.
Un truco personal: como tip te puedo sugerir que si quieres una bechamel más sabrosa, añadir una cucharada de levadura nutricional durante la cocción de la bechamel hará que tenga ese sabor que nadie sepa reconocer.
Vamos con la receta de calabacín relleno
Calabacín relleno vegano
Course: PrincipalCuisine: Mediterranean4
raciones45
minutes30
minutesIngredients
2 calabacines.
1/2 cebolla.
1 zanahoria.
1/2 vara de apio.
2 tazas de texturizado fino de guisante o de soja.
500 ml de caldo vegetal.
250 ml de salsa de tomate casera.
1 cucharada de harina de trigo o de arroz.
450 ml de bebida de soja sin endulzar.
3 cucharadas de aceite de oliva.
Sal al gusto.
Nuez moscada y pimienta negra al gusto.
Directions
- Cortar los calabacines longitudinalmente por la mitad. Retirar la carne del calabacín con una cuchara, un cuchillo o un parisiene.
- Calentar en un cazo el caldo vegetal y añadir el texturizado, poner la tapa y cocinar a fuego medio durante al menos 5 minutos para que se hidrate y quede muy tierno. Reservar.
- Picar la cebolla, el apio y la zanahoria muy fina y rehogar junto a dos cucharadas de aceite de oliva y un poco de sal. Cocinar a fuego medio hasta que las verduras estén tiernas.
- Colocar las barcas de calabacín en una bandeja de horno y salpimentar al gusto. Cocinar a 180ºC durante 20 minutos para que se ablanden un poco pero sigan estando algo firmes para contener el relleno.
- Picar en dados finos la carne del calabacín y añadir a la sartén con las verduras. Dejar que se cocine para que se consuma el agua del propio calabacín y cuando esté tierno agregar el texturizado ya hidratado y escurrido si quedaba algo de líquido. Cocinar todo junto durante 5 minutos y corregir de sal y pimienta si fuera necesario.
- Preparar la bechamel calentando 1 o 2 cucharadas de aceite en una cacerola. Rehogar la harina un minuto para que se cocine. Añadir en ese momento la bebida de soja y sin dejar de remover con una varilla esperar a que comience a hervir y haya espesado.
Añadir sal, pimienta molida y nuez moscada al gusto. - En una bandeja apta para horno, colocar la salsa de tomate. Encima disponer las barcas de calabacín y rellenar con el sofrito. Terminar por cubrir con la bechamel.
- Cocinar en el horno durante 30 minutos a 200ºC. La bechamel debería dorarse y el calabacín quedar muy tierno.