Y terminamos nuestro segundo día de ayuno. He estado todo el día fenomenal. Sin hambre ni antojos. En el trabajo he dado una charla sobre la memoria y me he sentido inspirada, muy concentrada a nivel mental. A media mañana me empezó a apetecer apio. Iván me preparó un zumo de apio con jengibre, perejil, pepino y limón…¡¡ buenísimo!!. El resto del día, con batidos verdes, la mezcla de kiwi y fresas es deliciosa y da gusto comer así, la verdad.
Hoy tenía Tai Chi, dudaba si ir o no. Finalmente decidí ir porque me sentía bien, pero al empezar a hacer las series me quedé en blanco, y no he sido capaz de seguir. Ha sido una sensación extraña, como si mi energía estuviera a otra cosa… bueno, realmente está centrada en desintoxicar mi cuerpo. En cambio, Iván en yoga ha estado muy concentrado y ha disfrutado la clase como nunca.
Y es que no hay dos cuerpos iguales. Mañana será otro día…