En casa somos unos grandes amantes de la pizza.
Es un plato sencillo con muchas variaciones que harán que todas las pizzas sean diferentes. En nuestro caso, siendo veganos la cosa se complica, pero solo un poco.
Después de probar muchas, muchas adaptaciones en restaurantes, algunas con más éxito que otras y algunas que imaginamos que tendrían toda la gracia en el queso porque sin él eran horribles, nos planteamos seriamente hacerla en casa.
La clave de una buena pizza no está tanto en los ingredientes como en la masa. Te puede gustar fina y crujiente o gruesa y esponjosa. Hoy te ensañamos a preparar nuestra masa de pizza preferida, hemos probado unas cuantas recetas, variaciones y ajustes, y ésta, sin duda es la que más nos gusta.
Tiempo de preparación:
Tiempo de cocción:
Total:
Raciones: 4
- PARA LA MASA:
- 210 gr de agua.
- 4 cucharadas de aceite de oliva.
- 1 cucharadita de sal marina.
- 300 gr de harina de fuerza (aunque puedes usar otra harina, con esta el resultado será mejor).
- 6 gr de levadura seca de panadería.
- SOBRE LA PIZZA:
- 1 taza de tomate triturado (natural).
- Queso vegano al gusto (opcional).
- 1 berenjena.
- 1 cebolla grande o dos medianas.
- 1 cucharadita de panela (opcional para caramelizar la cebolla).
- 5 o 6 tomatitos cherry.
- Orégano seco.
- Albahaca fresca.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Comenzaremos por preparar la masa.
- Para ello, coloca en un bol grande la harina, la sal y la levadura seca y mézclalo bien.
- Haz un pequeño hoyo en el centro y añade el aceite y el agua poco a poco. Con movimientos de fuera hacia dentro, ve llenando de harina el pocito con los líquidos hasta que se vaya absorbiendo todo el agua. Amasa con las manos hasta que tengas una masa tierna y elástica (unos 15 minutos suelen ser suficientes). Deja reposar a temperatura ambiente (unos 25ºC es perfecto) durante 1 hora, verás que la masa se infla y duplica su volumen.
- Si usas una panificadora, puedes introducir los ingredientes en el orden en que aparecen y programar amasado y fermentación (sin cocción) en nuestra panificadora es el programa 12 de 1h 20 min.
- Mientras la masa reposa, vamos a preparar los ingredientes de la cobertura.
- Corta la cebolla por la mitad y luego en rodajas bien finas. Coloca una sartén con algo de aceite en el fuego y rehoga la cebolla con un poco de sal hasta que sude y se consuma el agua, entonces baja el fuego y deja que se cocine por media hora, no debe coger mucho color, solo pocharse y caramelizar ella misma. Si te gusta y lo crees necesario puedes ayudar al final con una cucharadita de panela, pero si lo haces con paciencia y a fuego bajo, no sería necesario.
- Corta la berenjena en rodajas de ½ cm de grosor y colócalas en un escurridor con un poquito de sal para que suelte el amargor (tampoco es obligatoria pero queda más suave).
- Al cabo de 15 minutos limpia las rodajas y pásalas por el grill o la plancha con un poco de aceite. Reserva hasta montar la pizza.
- Cuando la masa haya reposado, sácala a una superficie ligeramente enharinada y forma una bola. Deberías tener una masa muy tierna pero que no se pega a las manos, blandita y elástica, muy muy agradable de trabajar. Aplástala con con las manos y ve formando la pizza con la forma que más te guste.
- Si quieres una pizza fina con bordes gruesos tendrás que ir estirandola del centro hacia afuera, respetando los bordes sin aplastarlos mucho, esto hará que el gas quede atrapado en la masa y se formen esos agujeros grandes, huecos y crujientes que quedan tan bien.
- Si quieres un resultado mas "pro" puedes usar sémola de trigo fina o harina de maíz (que es un poco más gruesa) a la hora de estirar la masa.
- Coloca la masa con mucho cuidado sobre un papel de horno y termina de darle la forma.
- Cúbrela con el tomate triturado y el resto de ingredientes salvo la albahaca.
- Con ayuda de una tabla de cortar, por ejemplo, desliza la pizza con el papel incluido sobre la bandeja del horno ya colocada y caliente, ten cuidado de que no se caiga ni te quemes, pero es importante que la bandeja esté bien caliente.
- Hornea a 250ºC a altura media con calor arriba y abajo durante 15 minutos o hasta que veas que los bordes están bien gorditos y tostados.
- Saca la pizza del horno, y solo queda cortar, servir y disfrutar.
Como ves, la clave está en un horneado bien fuerte, esto hace que la masa crezca y quede jugosa por dentro pero bien crujiente por fuera.
Para que los ingredientes no queden crudos por un horneado corto, es necesario que los cocinemos o al menos precocinemos primero. Si encuentras un queso vegano que te guste puedes añadirlo, aunque con un poquito más de tomate y la propia berenjena verás que queda extra-jugosa.
Si la pizza casera te gusta, puedes hacerte con una piedra de horno, son perfectas para cocer pan o pizza ya que cogen muy bien la temperatura y la mantienen durante toda la cocción.
Nos encanta escucharte. ¡Los comentarios son bienvenidos!.