Ya está la Semana Santa a la vuelta de la esquina. La verdad es que aunque no participemos en los actos religiosos, sí que nos gusta meternos en la cocina para preparar nuestras versiones veganas de los platos tradicionales de estos días.
El año pasado ya compartimos nuestras torrijas veganas, y este año nos hemos planificado para ofreceros nuestra selección preferida de la gastronomía de Semana Santa. A lo largo de esta semana y de la próxima las publicaremos, así que estad bien atentos y ¡no os las perdáis!.
Buñuelos de mar. |
La receta de hoy son unos buñuelos, que en la receta tradicional, la madre de Iván los solía hacer con atún o bacalao. Él los ha versionado con algas cochayuyo y nori que le dan un ligero toque a mar, muy agradable.
Allá vamos.
Ingredientes:
Para 20-25 buñuelos.
– 100-gr de harina de garbanzos.
– 1 c de levadura Royal.
– 1/2 c de bicarbonato.
– 1/2 c de pimienta negra molida.
– 2 dientes de ajo troceados pequeños.
– 1 C de perejil picado.
– 20 gr de alga cochayuyo seca.
– 1 trozo de alga nori (5 x 5 cm).
– 175 gr de agua.
– zumo de medio limón.
– Sal.
– Aceite de oliva para freir.
Elaboración:
Primero ponemos en remojo el alga cochayuyo en agua templada durante al menos media hora. Pasado este tiempo, si comprobamos que está tierna, la escurrimos.
Por otro lado, mezclamos la harina de garbanzos con el bicarbonato, la levadura, la sal, el ajo, el perejil y el agua. Batimos bien para que no queden grumos.
Tostamos cerca del fuego, con cuidado de que no se queme el alga nori hasta que veamos que se arruga y se queda dura y crujiente (no debe tocar la llama, solo acercarla al fuego). Con esto se potencia el sabor del alga y se puede desmenuzar casi en forma de polvo. Añadimos las algas a la masa, la cochayuyo en trozos pequeños y la nori desmenuzada.
Ponemos a calentar aceite para freír los buñuelos, cuando esté caliente, añadimos el zumo de limón a la masa. Esto hará que reaccione con el bicarbonato y crezcan antes de echarlos a la sartén. Vamos cogiendo porciones de masa con una cuchara y las echamos al aceite caliente para que absorban poco aceite, debemos procurar que tengan forma redonda. Dejamos dorar unos minutos y sacamos a un plato con papel absorbente.
Comer calentitos, aunque si sobran y los guardamos en la nevera, a mí me encantan fríos.
Ideales para acompañar un buen plato de potaje vegano.