Anoche hubo tormenta y llovió mucho. En días así, te apetece un dulce saludable como este: te reconforta y relaja. Una manzana horneada, suave y cremosa. A la vez lleva un relleno crujiente que me encanta.
Es un plato dulce sencillo de preparar y bastante económico. Aunque se puede disfrutar todo el año, me parece perfecto para los meses más fríos del año.
Las puedes tomar en cualquier momento del día: es un desayuno interesante, o una merienda potente. Y por supuesto, un postre fabuloso.
Puedes usar las manzanas que tengas a mano, pero quedan mejor la variedad Golden. Por su parte, el aceite de coco nos ayuda a amalgamar la mezcla del relleno, pero si no tienes a mano para la receta, no pasa nada.
Para endulzar nos gustan las melazas de cereal, evitan picos de glucosa y son bastante naturales. Otra opción saludable es el sirope de ágave, o incluso la panela ( azúcar de caña).
Ingredientes:
– 4 manzanas grandes (tipo Golden).
– 4 Cucharadas de almendras picadas.
– 2 Cucharadas de coco rallado.
– Ralladura de 1 naranja.
– 1 pizca de vainilla (en polvo o esencia).
– 1 Cucharada de aceite de coco.
– 1 pizca de sal.
– 1 Cucharada de melaza de maíz o de arroz.
Elaboración:
Lavamos muy bien las manzanas y con un descorazonador, les quitamos el centro. Las cortamos por la mitad de lado a lado, no de arriba a abajo. Hacemos una mezcla con los demás ingredientes y los amasamos bien para que se integre.
Encendemos el horno a unos 200º C para que se vaya calentando.
Abrimos cada una de las manzanas y repartimos la mezcla entre todas. Las tapamos y ponemos un poco mas de la mezcla donde debería ir el tallo.
Las llevamos al horno a 180ºC hasta que estén tiernas, el tiempo dependerá del tipo de manzana, seguramente 30 minutos sean suficientes, pero habrá que controlarlo hasta que al pinchar la carne de las manzanas, esté tierna.
¿Te ha gustado la receta?. Muy pronto muchas más recetas dulces veganas y sanas en nuestro libro.
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